Las Cosquillas
Las cosquillas son una sensación que se experimenta en algunas partes del cuerpo cuando son ligeramente tocadas, que consiste en cierta conmoción desagradable que suele provocar involuntariamente la risa. También pueden producirse cuando se efectúa presión en dichas zonas, y especialmente cuando es por parte de otra persona con un vínculo afectivo. Por condicionamiento, también aparecen cosquillas cuando el sujeto cree que va a ser tocado. Son inicialmente placenteras, pero se vuelven desagradables al cabo de cierto tiempo. Se cree que relajan y fortalecen los músculos, por ejemplo, las cosquillas en los pies estimulan los músculos de la pierna y pie y, al ser así, son buenas para los atletas o corredores. Estimulan el cerebro en estrategia y emociones positivas .
Las axilas, las costillas, las palmas de las manos y las de los pies son zonas cuya estimulación mediante cosquillas produce la risa con mayor facilidad.
y segura de estimular la risa. Recientes estudios científicos demuestran que constituyen una parte importante del juego, de manera que, cuando se le hacen cosquillas a una persona, no sólo intenta escaparse y se ríe, sino que intenta devolverlas. En el proceso de dar y recibir cosquillas, se tiene una especie de programación neurológica que hace que las personas establezcan vínculos, y sucede lo mismo con el sexo. Es, en definitiva, una actividad comunicadora innata, y, prueba de ello es que es difícil que una persona se haga cosquillas a sí misma.
Algunos estudios han mostrado que no es posible autoinducirse las cosquillas debido a un mecanismo cerebral que anticipa nuestros propios movimientos bloqueando así la sensación de cosquillas. Sin embargo, sí es posible la autoinducción con la ayuda de un robot a control remoto que se mueva con ligeros retrasos a las órdenes recibidas.
Las cosquillas en la comunicación madre-hijo
El Diccionario de la Real Academia Española define las cosquillas como una sensación desagradable que experimentamos cuando nos tocan ciertas partes del cuerpo y que suele provocar la risa involuntaria.Sin embargo, a pesar de esta negativa descripción, muchos especialistas médicos las aconsejan como terapia antiestrés y como un medio de conexión entre padres e hijos.Está científicamente demostrado que las cosquillas estimulan los sentidos del niño, su sociabilidad y su capacidad de expresión. Además, ayudan a ejercitar los músculos, mejoran el sistema inmunológico y fortalecen el corazón.Existen muchos tipos de cosquillas e infinitas maneras de utilizarlas: muchas mamás hacen cosquillas en los labios a su pequeño recién nacido para que les succione el pezón, otras se las hacen en los pies para que no se duerman mientras comen, algunas despiertan con ellas a sus hijos para que se levanten pronto y no lleguen tarde al colegio... Más adelante, los padres y las madres hacen cosquillas a sus hijos para liberar tensiones y problemas entre carcajadas, o para hacer las paces... En cualquier caso, siempre recurren a ellas para intentar pasar un buen rato juntos.Salvo que sean forzadas (ante cualquier muestra de desagrado por parte de los pequeños, hay que dejar de hacerlas), las cosquillas son un ingrediente positivo que favorece la unión familiar y el contacto con los seres queridos, nos ayuda a ser más felices y, según investigaciones recientes, ¡incluso alarga la vida! Ademas las cosquillas y la risa son unas de las primeras formas de comunicación entre la madre y el bebé, ya que la risa aparece entre tres meses y medio y cuatro meses de vida, mucho antes de que éste aprenda a hablar. Por este motivo, la madre utiliza las cosquillas para estimular la risa del bebé y establecer así una comunicación. La risa a su vez estimula a la madre a continuar haciendo cosquillas, hasta que llega un momento en que el bebé empieza a quejarse, momento en el que la madre se detiene.Las cosquillas como tortura
Como tortura se sabe que los romanos utilizaban grandes tablas de madera para sujetar a las personas por los tobillos. Después se procedía a bañar los pies con sal y soltar cabras. Las cabras con sus lenguas rugosas lamían los pies de la víctima produciendo cosquillas en un principio pero luego dejando marcas y ampollas. En la Edad Media, las cosquillas se utilizaron como medio de castigo para la realeza o para personas importantes ya que no dejaba marcas ni heridas.
Algunos sobrevivientes del Holocausto nazi afirman que los hombres homosexuales eran torturados con cosquillas. Eran atados boca arriba, y los soldados los hacían reír, algunos hasta la muerte. También en China se cree que fue utilizada como tortura, pero este hecho no ha sido confirmado.
En cuanto a lo leído ¿que piensas acerca de las cosquillas como tortura?
¿Te gusta que te hagan cosquillas? explica porque.
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